En el Océano Atlántico, donde las olas del mar van y vienen buscando donde desembocar, y la la visita de las golondrinas en la madrugada, con la salida del sol en el horizonte, así es el impresionante «LIVINGSTON», rodeado de esa intensa naturaleza, que despierta en sus visitantes el deseo de no regresar.
Tierra de costumbres folclóricas, con población garífuna, en tiempo de fiestas presentan danzas a los públicos observadores.
Sus pobladores se dedican a la pesca, artesanía, y esculturas en madera. Aprovechan las plantas de coco para extraer aceite; elaboran bebidas de especias medicinales.
Su gastronomía es una técnica espectacular con el tradicional tapado, elaborado con pescado, ostiones, almejas, cangrejos, jaibas, banano, plátano verde entre sus componentes.
El turismo forma parte de su economía, durante las celebraciones de la Semana Mayor las empresas turísticas, ofrecen servicios de traslado a los turistas y visitantes a sus playas a través de lanchas.
El litoral ofrece dos combinaciones ecoturismo y playa, posee de un clima tropical, con una superficie de 1940 kilómetros cuadrados, colinda con Belice, Lago de Izabal, y el Estor.
A si es Izabal con una belleza encantadora, para disfrutar tus vacaciones visitando todos sus atractivos naturales, Siete Altares, Playa Blanca, Rio Dulce , entre otros.
Lizeth Soto.
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