El dia 7 de septiembre celebraron en la residencia del señor embajador João Luiz Pereira Pinto y su esposa Cláudia Baena Soares Pereira Pinto, la Independencia de Brasil, a la que asistieron Cuerpo Diplomático, representantes de Gobierno y del Ministerio de Relaciones Exteriores, Iniciativa Privada y Pública.
En el acto de la ceremonia se cantaron los himnos de Guatemala y Brasil, seguidamente la intervención del embajador donde expresó:
«Guatemala y Brasil son grandes y antiguos amigos. El Gobierno de Guatemala fue de los primeros a reconocer en 1889 la joven república de los Estados Unidos de Brasil, originalmente independizado por el príncipe portugués Pedro de Alcántara el 7 de septiembre de 1822.
Casi doscientos años de amistad construida con respeto mutuo; con reconocimiento de nuestras similitudes y de nuestras diferencias; con lealtad a nuestros compromisos y con consideración a nuestras soberanías.
Amistad que hoy se refleja en una importante, intensa y provechosa cooperación técnica, educacional, política y militar
Esta amistad es algo que quiero agradecer.
Agradecer las muestras permanentes de simpatía que Brasil recibe de Guatemala y de los chapines. En especial las recientes muestras de apoyo y desazón por el terrible incendio que destruyó la casi totalidad de las colecciones del Museo Nacional en Río de Janeiro. Esta pérdida es trágica porque fue un importante pedazo de la memoria de Brasil y del Mundo que se perdió en cenizas. La historia y la cultura de un país son las bases de su porvenir. Un país sin memoria es un país sin futuro. Este inimaginable suceso dejó a todos consternados en Brasil pero sabemos aprender de nuestros errores y protegeremos mejor nuestro futuro.
Todos somos supervivientes de algún tipo de lucha.
En la lucha por el futuro, creo que nuestros pueblos valientes y altivos tienen que seguir sus caminos hacia un mundo donde reinen el diálogo y el entendimiento, indispensables a la paz, el desarrollo y a la autodeterminación.
Espero que este hermoso país, donde mis padres y mis suegros, en su labor diplomática, vivieron años felices recibiendo el mismo cariño, solidaridad y amistad que nosotros recibimos de su gente amable y generosa, pueda seguir hacia adelante con tranquilidad y confianza. Guatemala hace parte de nuestra familia y estará siempre en nuestros corazones.
En octubre próximo Brasil elegirá su próximo presidente. Será la oportunidad para renovar las esperanzas de un Brasil mejor y más participativo. Así recuerdo a los brasileños residentes en Guatemala la oportunidad que tendrán, el siete y el 28 de octubre, de que su voz contribuya para darle un futuro de paz y prosperidad a nuestro país. En ese sentido tengo que mencionar el repúdio universal que ha causado el atentado a la vida del candidato a la presidencia Jair Bolsonaro. La violencia jamás vencerá a las ideas o al diálogo.
Quisiera hacer ahora algunos agradecimientos. Primero al inestimable apoyo que nos otorgó AMBEV. Segundo a todos los funcionarios de mi embajada y de la agregaduría del ejército de Brasil que nos ayudaron a organizar este festejo.
En pocos meses la nómada vida diplomática nos llevará a Claudia y a mi a nuevo destino. Estos cambios son emocionantes, desafiadores, interesantes pero también son estresantes y emocionalmente desgastantes.
El glamour de la vida diplomática esconde grandes sacrificios, no reconocidos, sentidos, no por los diplomáticos, pero por sus familias, en especial los cónyuges.
Por eso les pido permiso para agradecer de público a Claudia, que renunció a una promisora carrera profesional y hace décadas me apoya sin condiciones, a la alta o a la baja. Sin su ayuda todo se me haría mucho más difícil, y ella representa mucho mejor que yo a nuestro país, muchas veces en condiciones adversas.
Obrigado Claudia
Al agradecerles a todos quisiera ahora brindar a la amistad y a la felicidad de Brasil y de Guatemala».