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El XV Encuentro Cívico Iberoamericano (ECI) congregó a 28 representantes de Plataformas y Redes Nacionales y Regionales que representan a 2.600 organizaciones, plataformas y redes de la sociedad civil iberoamericana los días 25 y 26 de septiembre en Quito, Ecuador. Este evento marcó un paso decisivo en la articulación de propuestas que serán presentadas en la XXIX Cumbre Iberoamericana de Jefes y Jefas de Estado, consolidando la importancia de la sociedad civil en la construcción de políticas inclusivas para la región.
Durante la ceremonia inaugural, Humberto Salazar, representante de Fundación Esquel, de la Comisión Articuladora de los Encuentros Cívicos Iberoamericanos y de la Plataforma de Diálogos Nacionales, señaló que este espacio es una «gran oportunidad para Ecuador y la región», destacando la urgencia de abordar temas como la inseguridad, el cambio climático y la inclusión de los grupos más vulnerables. Salazar instó a los gobiernos a fortalecer la participación ciudadana en la formulación de políticas públicas. Martín Rivero, representante de la Secretaría General Iberoamericana, subrayó que este encuentro es la punta del iceberg de un esfuerzo extenso que le permite a la sociedad civil iberoamericana influir en temas cruciales. Además resaltó su capacidad para adaptarse y superar desafíos, garantizando la continuidad de estos espacios de diálogo y participación.
En representación del gobierno ecuatoriano, la vicecanciller (subrogante) Elizabeth Moreano reafirmó el compromiso del país para impulsar el diálogo y la cooperación con la sociedad civil en beneficio de los ciudadanos, y anunció que la Declaratoria del Encuentro será posicionada en la Cumbre Iberoamericana que se celebrará en noviembre en Cuenca.
A lo largo del Encuentro, los participantes expresaron profunda preocupación por el aumento de las desigualdades en la región iberoamericana, especialmente en América Latina y el Caribe. Cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) revelan que el crecimiento económico se ha desacelerado, la inversión está estancada y las tasas de empleo y ocupación han caído, mientras que la brecha de género sigue profundizándose. Según el organismo, «más de 180 millones de personas no cuentan con ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas, y 70 millones no pueden adquirir una canasta básica de alimentos.
Las y los participantes denunciaron que estas desigualdades afectan de manera desproporcionada a mujeres, personas de género diverso, pueblos indígenas, afrodescendientes, migrantes y otros grupos marginados. Además, subrayaron que la concentración de riqueza y los modelos económicos extractivistas son incompatibles con los derechos humanos, la protección de la naturaleza y el desarrollo sostenible.
Información Secretaria General Iberoamericana
Quito, 26 de septiembre de 2024.