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El cereal integral o de grano entero es una alternativa rica y saludable para comenzar el día con energía.
Si se complementa con lácteos, proteínas y frutas, se convierte en una opción nutritiva, rápida y divertida para el
desayuno, tanto para niños como para adultos.
Los cereales de grano entero contienen nutrientes importantes que, como parte de una
alimentación balanceada, favorecen la salud y el buen funcionamiento del cuerpo. Estos
aportan energía, vitaminas, minerales y fibra al conservar todas las capas del grano,
incluida su cáscara externa.
Las tres partes que componen el grano son:
El salvado: concentra fibra, vitaminas y minerales.
El germen: aporta vitaminas del grupo B, vitamina E, minerales como el magnesio y
ácidos grasos.
El endospermo: es la fécula en el interior del grano que contiene proteínas y
carbohidratos para proporcionar energía.
Muchos alimentos pueden contener granos enteros, como pan, pasta, arroz, cereales
integrales y avena. En el mercado, es posible encontrar versiones integrales de productos
como arroz, avena, trigo, pan, harinas, pastas y fideos.
“Una porción de 48 gramos de cereal de grano entero se puede incluir fácilmente en la
alimentación diaria de toda la familia. Los cereales a base de grano entero pueden
aportar, dentro de una dieta balanceada, una mayor sensación de saciedad, favorecer el
mantenimiento de un peso saludable y contribuir a mejorar las funciones
gastrointestinales e inmunes”, mencionó Edilda Castroverde, Líder de Nutrición, Salud y
Bienestar de Nestlé Centroamérica.
Guatemala, 19 de noviembre de 2024
