Guatemala, 10 de marzo de 2025.- Llenar el tanque de combustible es una acción
cotidiana para la mayoría de los conductores, pero ¿qué pasaría si la gasolina que
utilizamos comenzara a cambiar sin que conociéramos todos los efectos? La mezcla de
etanol con gasolina ha sido presentada como una alternativa viable y más sostenible, pero
su impacto real en motores y sistemas de combustible sigue siendo un tema de debate.
¿Realmente mejora el rendimiento? ¿Cómo afecta la vida útil de los vehículos? Estas son
preguntas que deben analizarse antes de su implementación en el país.
“El etanol aporta beneficios en ciertas condiciones, como un mayor octanaje y una
combustión más eficiente. Sin embargo, también presenta desafíos técnicos que los
conductores deben conocer, especialmente en vehículos que no han sido diseñados para
soportarlo en altas concentraciones”, el ingeniero Obed Marroquín, experto en energías
renovables.
El etanol (C₂H₅OH) es un tipo de alcohol que se obtiene principalmente a través de la
fermentación de biomasa como maíz, caña de azúcar y otros cultivos ricos en almidón o
celulosa. También puede producirse sintéticamente a partir del etileno.
A diferencia de otros alcoholes utilizados en la industria, el etanol se usa en combustibles
debido a su capacidad para mejorar la combustión y reducir ciertos contaminantes. No
obstante, su uso puede traer desafíos como el desgaste de componentes no diseñados
para soportarlo y un aumento en el consumo de combustible debido a su menor densidad
energética.
Uno de los principales problemas del etanol es su capacidad para absorber humedad, lo
que puede generar corrosión en el sistema de combustible y afectar el desempeño del
motor. Además, en lugares con alta humedad o temperaturas extremas, las pérdidas por
evaporación pueden comprometer la eficiencia del vehículo.






