En la Asamblea Mundial de la Salud de 2024, los gobiernos se comprometieron a
acelerar el progreso en la salud materna y neonatal y a mejorar la supervivencia. Esta
tarea es crucial: al ritmo actual de progreso, es probable que más de 4 de cada 5 países
no alcancen las metas de mortalidad materna de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible para 2030, y 65 países no las alcancen en cuanto a la mortalidad neonatal.
Según las últimas estimaciones publicadas, cerca de 300.000 mujeres mueren cada
año por causas relacionadas con el embarazo o el parto; más de 2 millones de bebés
mueren en su primer mes de vida y otros 2 millones mueren por muerte fetal
intrauterina.
De acuerdo a un análisis preliminar, las próximas estimaciones de mortalidad materna
el producto estrella propuesto para el Día Mundial de la Salud 2025— mostrarán
cierta recuperación tras la COVID-19, lo que pone de relieve que es posible lograr
avances con la inversión y el apoyo adecuados. Sin embargo, se necesita un impulso
significativo y un compromiso político para retomar el rumbo para 2030,






