Guatemala, 18 de noviembre de 2025.- Los efectos del cambio climático están
haciendo estragos en buena parte del mundo, lo que se une, además, a la gran
brecha de aseguramiento que presentan algunas regiones. Después de Asia,
América Latina se posiciona en el segundo lugar de las regiones del mundo con
mayor brecha de protección aseguradora. En la última década, ha registrado una
brecha media del 81,0%, con tan solo el 19% de las pérdidas totales aseguradas,
unos datos que contrastan con la región de América del Norte, que cuenta con la
menor brecha de protección del mundo, con una media del 43,2% de pérdidas no
cubiertas por los contratos de seguros, y que actualmente se enfrenta a ciclones
tropicales, tormentas invernales e incendios forestales.
Estas son algunas de las conclusiones del informe ‘Cambio Climático, Riesgos
Extraordinarios y Políticas Públicas’, que ha presentado MAPFRE Economics en el
marco de la COP30, para analizar el impacto creciente del cambio climático sobre
los riesgos extraordinarios que cubre la actividad aseguradora, especialmente en
un contexto de intensificación de fenómenos extremos y de ampliación de brecha
de protección de los desastres naturales.
Según la mayoría de los expertos, el calentamiento global desempeña un papel
determinante en la intensificación y frecuencia de los eventos por catástrofes
naturales relacionadas con el clima, y en particular, en los llamados ‘riesgos
secundarios’, sucesos climáticos de menor intensidad y mayor frecuencia, como
incendios forestales, sequías, olas de calor, tormentas, fuertes vientos,
inundaciones y nevadas, entre otros, que, en el contexto actual de la actividad de
seguros y reaseguros, causan impactos cada vez mayores en términos de vidas
humanas y pérdidas económicas (representan más de la mitad de las pérdidas
registradas), así como con daños extraordinarios en infraestructuras y
ecosistemas.
En la presentación participó Mónica Zuleta, directora corporativa de Sostenibilidad
de MAPFRE y Ricardo González, director de Análisis, Estudios Sectoriales y
Regulación de MAPFRE Economics, quien comentó que “las pérdidas aseguradas
derivadas de fenómenos catastróficos han mostrado una tendencia ascendente
sostenida a largo plazo, situándose, según del Swiss RE Institute, en un rango de
crecimiento anual del 5% al 7% desde 1992”. En esta línea, agregó que “aunque
este incremento suele atribuirse al impacto del cambio climático, también influyen
otros factores como el crecimiento económico y demográfico, la expansión de
zonas vulnerables con sistemas de alertas tempranas o planes de evacuación y
prevención poco desarrollados, y el alza en los valores inmobiliarios”.
El director de Análisis, Estudios Sectoriales y Regulación de MAPFRE Economics,
indicó, además, que “las pérdidas económicas por fenómenos meteorológicos y
climáticos extremos están aumentando y se prevé que sigan haciéndolo debido a
la mayor frecuencia y gravedad de las catástrofes causadas, entre otros factores,
por el calentamiento global”. Según apunta la investigación de MAPFRE, en 2024,
este tipo de catástrofes provocaron pérdidas económicas que superaros los 300
millardos de dólares por novena vez consecutiva, un 14% más, de los cuales cerca
de 145 millardos de dólares estaban asegurados.






